EL PULSO QUE NOS UNE

Momento inolvidable en Santiago del Estero: con los bombos latiendo fuerte, apareció con su magia el maestro Juan Saavedra. En ese instante entendimos lo que estábamos haciendo: la unión, la música, el parche, que trasciende generaciones y nos interpela, nos nutre.

Su gesto de aprobación, de apoyo, de aceptación con lo que estábamos haciendo fue, para nosotres, una bendición para seguir recorriendo este camino que es PROYECTO LATIDO NATIVO.

Las horas de viaje, de ensayo, de clases, de pensar, de sentir, de revisar, de aprender de los maestros, de aprender de nuestros errores… valen la pena para vivir esos minutos que duran estos momentos mágicos.

Seguimos así, con el entusiasmo intacto desde el comienzo de esta idea, de este proyecto que busca replicar y expandir lo que nuestra música, nuestra percusión, nuestro bombo legüero nos hace sentir.

Gracias, Santiago. Gracias, Juan Saavedra. Gracias, La Ronda Legüera, por ser el pulso que impulsa estos encuentros. Gracias a quienes hacemos Latido Nativo.